¿Cuál es nuestra realidad?
Dentro del contexto de lo que vivimos actualmente con la llamada “Revolución Industrial 4.0”, la cual está marcando un camino importante para los nuevos profesionales que se están formando, se genera la necesidad de atender estas transformaciones que impactan de forma directa la dinámica productiva, económica, comercial de nuestra sociedad.
Esta necesidad demanda de los Centros Educativos Superiores, que sus docentes participen de forma activa en la formación de las nuevas competencias (duras y blandas) que promuevan profesionales preparados en forma y fondo para lo que exige el nuevo mercado laboral.
Aparte de crear toda la Metodología Didáctica que promueva esta formación integral, la gran pregunta que nos asalta a quienes estamos en la Docencia es ¿Qué tipo de Evaluación Formativa y Sumativa debemos integrar a este proceso continuo de Enseñanza-Aprendizaje?
Para responder esa pregunta debemos profundizar mucho más acerca de los diferentes tipos de Evaluación, entender cuál es la que mejor se adapta al tipo de Carrera, Institución y Audiencia Estudiantil que tenemos, de forma que sea efectiva y un agente clave dentro de ese proceso educativo.
La Evaluación para el Aprendizaje
Cuando ya nos adentramos a estudiar con detenimiento la literatura sobre la Evaluación encontramos una gran cantidad de expertos en las Disciplinas Educativas y Pedagógicas que han plasmado en diversos documentos la problemática existente en las aulas universitarias donde se requiere cambiar los Métodos Didácticos, y a su vez esto implica efectuar ajustes en los Métodos de Evaluación en los estudiantes.

Hay un cuestionamiento muy interesante que quiero compartirles que habla acerca de “La Evaluación para el Aprendizaje. Una Ruta Posible”. Esta tesis, desarrollada por Marta Lorena Salinas, Profesora Titular de la Universidad de Antioquia en Colombia e Investigadora en el Área de Evaluación, fue presentada en el Mes de Octubre del 2019 en una Conferencia Magistral de la Universidad Colombiana.
La Dra. Salinas nos plantea sobre la problemática y hace un llamado a los Docentes a romper con las antiguas formas de evaluación, invitando a una reflexión profunda sobre su oficio y el impacto que está teniendo en el proceso de enseñanza y en el alumno.
¿Cómo promovemos una transformación en los Modelos de Evaluación?
Si bien es cierto que la dinámica cotidiana nos puede terminar envolviendo para continuar ejerciendo la misma práctica repetitiva y monótona, no podemos olvidar que los Docentes tenemos que jugar nuestro rol de Agentes de Cambio Positivos y Transformadores en la Sociedad.
En este sentido los docentes debemos estar comprometidos a estar actualizados en dos áreas, la primera es en el campo técnico o científico de nuestra especialidad; y la segunda es en el campo pedagógico, y es aquí donde la evaluación constituye una pieza fundamental dentro del proceso de la didáctica, y no debemos verla como una pieza final del proceso.
Los docentes debemos convertirnos en transformadores y constructores de la juventud, de nuestras comunidades, de nuestros países y de la sociedad; y como tales no debemos dejarnos llevar por el Ego, y debemos entender que en el aula de clase, los estudiantes son interlocutores con aspiraciones personales y profesionales, que han llegado al nivel universitario persiguiendo sueños y metas.
La evaluación debe ser parte del proceso pedagógico e integrarse en el mismo tanto para medir los conocimientos absorbidos en el Estudiante, y a la vez promover la formación integral de los profesionales; siendo clara, transparente, justa y equitativa para todos los que participamos del proceso.
Para concluir les comparto el link con la intervención de la Dra. Marta Lorena Salinas, esperando les contribuya en su formación y labor como Docentes.
Espero sus comentarios y opiniones para que nos continuemos enriqueciendo como una Comunidad Docente Transformadora.